Dentro del ámbito de la restauración, prevenir la contaminación cruzada es esencial para salvaguardar la salud pública y mantener la integridad del negocio. Y es que, la propagación de bacterias o alérgenos a través de este tipo de contaminación, puede dar lugar a reacciones alérgicas y enfermedades graves que ponen en riesgo la seguridad de nuestros clientes. Algo que, a su vez, también puede pasar factura al negocio por no cumplir con las normativas de seguridad alimentaria establecidas.
Por eso es necesario implementar estrategias que nos ayuden a controlar este riesgo de forma efectiva. En este artículo repasaremos las más importantes, incidiendo en aquellos aspectos que son esenciales para evitar la contaminación cruzada.
Limpiar de manera incorrecta puede hacer que se produzca una contaminación cruzada, afectando a distintas áreas del negocio. Pero, si llevas a cabo estas prácticas, reducirás el riesgo de que esto ocurra.
La contaminación cruzada muchas veces se produce porque, sin darnos cuenta, empleamos los mismos utensilios de limpieza para varias tareas. Por eso, lo mejor es asignar colores específicos a cada uno de ellos.
Este tipo de códigos de color te ayudarán a evitar esto, reduciendo el riesgo de propagación de gérmenes.
Otro aspecto del cual debemos ser conscientes es de que no todos los productos de limpieza son adecuados para todas las superficies.
De ahí que, lo más recomendable, sea emplear aquellos productos que han sido específicamente formulados para distintas áreas. Te dejamos algunos a continuación:
Realizar la limpieza de un negocio de forma aleatoria también puede contribuir a que se produzca un proceso de contaminación cruzada. Para evitar esto, es fundamental que establezcamos un procedimiento lógico, comenzando por las áreas menos contaminadas y siguiendo por las más críticas.
Por ejemplo, si limpias las zonas comunes antes que los baños, minimizarás la posibilidad de transportar gérmenes de áreas más sucias a las más limpias.
Las esponjas y las bayetas son un lugar en el cual los gérmenes pueden proliferar con facilidad, por lo que es crucial que los cambiemos con regularidad.
Además, también puedes considerar el uso de materiales desechables para así evitar la acumulación de contaminantes.
Si bien los códigos de color son claves a la hora de distinguir nuestros utensilios de limpieza, también lo es la tarea de limpiarlos y desinfectarlos con regularidad. Y, si vemos que es necesario, deberemos cambiarlos por otros que se encuentren en mejores condiciones.
También es necesario que el personal de limpieza vaya equipado correctamente a la hora de llevar a cabo estas tareas. No solo para protegerse, sino también porque esto ayudará a prevenir la transferencia de gérmenes de las manos a las superficies y viceversa.
La última cuestión que queremos señalar tiene que ver con aquellas áreas que a veces olvidamos y a las que debemos prestar mayor atención. Lugares como los teléfonos, pomos de las puertas, teclados de ratón, etc. Los cuales pueden ser una fuente de contaminación cruzada por su elevado contacto con las manos.
Por eso, es vital que limpiemos y desinfectemos con regularidad estos dispositivos utilizando productos seguros respetuoso con las superficies.
Utilizar este tipo de estrategias de limpieza en nuestro día a día puede ayudarnos a evitar las contaminaciones cruzadas, creando a su vez un entorno más saludable y seguro para nuestros clientes. Te recomendamos llevarlas a cabo y que no olvides utilizar productos de calidad, verás como tus clientes lo agradecen.